¿Es malo el alcohol? Un relato personal (y científico) sobre su impacto en el hígado.

O álcool faz mal? Um relato pessoal (e científico) sobre o impacto no fígado

Introducción: después de todo, ¿el alcohol es el villano o depende de la dosis?

Durante siglos, el alcohol ha formado parte de las relaciones sociales, los rituales religiosos y las celebraciones. Sin embargo, los efectos negativos del consumo excesivo en el hígado —el principal órgano que metaboliza el etanol— están ampliamente documentados. Pero ¿es perjudicial todo consumo? ¿O existe una dosis segura? Esta es la pregunta que investigadores, hepatólogos e instituciones sanitarias han buscado responder con mayor precisión en las últimas décadas. La idea es comprender los riesgos del consumo de alcohol. En otra ocasión, investigaré los posibles beneficios (¿existen?). Si los humanos hemos bebido durante tanto tiempo, algo debe haber en juego, ¿no?

1. Introducción: Un descubrimiento personal en YouTube

¡Hola! Soy Ken. Hoy quiero compartir algo un poco diferente a lo habitual. Como japonés curioso y autodidacta, siempre caigo en las trampas de YouTube, y un día terminé viendo una entrevista con un médico japonés sobre los daños que el alcohol causa al hígado.

Ese doctor es Takashi Nishiguchi, una autoridad en la materia, exdirector de la Sociedad Japonesa de Hepatología y profesor de la Universidad Médica de Hyogo. Dice algo que me ha estado dando vueltas en la cabeza desde entonces:

“No existe ningún alcohol que sea seguro para el hígado”.

Como alguien que trabaja con bebidas (Quetzalli es mi marca de bebidas naturales listas para beber), me lo preguntaba. No porque quisiera dejar de beber, sino porque creo que tomamos mejores decisiones cuando estamos bien informados. Así que decidí escribir este artículo, combinando lo que he aprendido de mi propia relación con el alcohol.


2. Mi relación con el alcohol: a mi tiempo, a mi ritmo

Siempre he sido de los que prefieren beber despacio. Nunca he sido de los que se vuelven locos ni de los que se toman los tragos como si fuera una competición. Para mí, beber se trata más de disfrutar el momento , no de desconectar de la realidad.

El vino y la cerveza no me van bien. Me siento hinchado, con la cabeza pesada y, a veces, incluso con acidez. Sin embargo, puedo disfrutar sin problema de licores suaves, sobre todo los que en Quetzalli me aseguro de usar ingredientes naturales y pulpa de fruta.

Ah, y si algo he aprendido: siempre escucha a tu cuerpo. Que algo sea socialmente aceptable no significa que te quede bien.


3. Discurso del profesor Nishiguchi: el alcohol como un riesgo real para el hígado

Volviendo a la entrevista, el Dr. Nishiguchi explica que cada vez atiende más pacientes con enfermedad hepática alcohólica , incluso sin antecedentes clásicos de alcoholismo. Personas que solo toman una lata al día o una copa de vino con la cena.

Según él:

La hepatitis alcohólica aguda está en aumento. Y muchos de mis pacientes con cirrosis consumían menos de 40 g de alcohol al día.
Takashi Nishiguchi, 2023 – entrevista con Noukatsu Shimbun

Como referencia: 40 g de alcohol puro equivalen aproximadamente a:

  • 1 litro de cerveza (5%)

  • 400 ml de vino (12%)

  • 100 ml de destilado (40%)

En otras palabras, incluso un consumo considerado “moderado” puede provocar daños acumulativos al hígado a lo largo de los años.


4. ¿Cómo afecta el alcohol al hígado?

El hígado es responsable de metabolizar más del 90 % del etanol que consumimos. El proceso, simplificado, es el siguiente:

  1. El etanol se convierte en acetaldehído por la enzima ADH (alcohol deshidrogenasa) .

  2. El acetaldehído, altamente tóxico y cancerígeno, es convertido en acetato por otra enzima, la ALDH (aldehído deshidrogenasa) .

  3. El acetato se utiliza luego como fuente de energía o se elimina.

El problema es que el acetaldehído puede acumularse y causar daño celular, especialmente en el hígado, que es el primero en recibir esta sustancia en altas concentraciones.

Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) , el acetaldehído está clasificado como carcinógeno del Grupo 1 , lo que significa que está definitivamente relacionado con el cáncer humano. [Monografías de la IARC, 2010]


5. Enfermedad hepática relacionada con el alcohol

Beber regularmente, incluso en pequeñas cantidades, puede provocar las siguientes afecciones:

5.1. Esteatosis hepática (hígado graso)

Es la acumulación de grasa en las células hepáticas. Puede ser reversible, pero es la primera etapa de la hepatopatía alcohólica.

5.2. Hepatitis alcohólica

Es una inflamación del hígado causada por el alcohol. Puede ser aguda (con fiebre y dolor) o crónica (asintomática durante años). Los síntomas aparecen cuando ya existe una inflamación significativa.

5.3. Fibrosis y cirrosis

La fibrosis es la formación de tejido cicatricial en el hígado. Cuando progresa, se convierte en cirrosis, una enfermedad irreversible que compromete la función hepática y puede provocar insuficiencia orgánica.

5.4. Cáncer de hígado

El alcohol está directamente relacionado con un mayor riesgo de carcinoma hepatocelular, especialmente en personas con cirrosis. [Organización Mundial de la Salud, 2014]


6. ¿Pero el vino tinto no es bueno para la salud?

Este es un argumento que escucho con frecuencia. Durante mucho tiempo, la llamada "paradoja francesa" —la idea de que los franceses beben vino con regularidad y padecen menos enfermedades cardíacas— se utilizó para justificar el consumo moderado de alcohol.

Pero estudios más recientes, como el Estudio de la Carga Global de Enfermedades 2018 publicado en The Lancet , han demostrado que:

“El nivel de consumo de alcohol que minimiza los riesgos para la salud es cero”.
Lancet, 2018; GBD 2016 Colaboradores del alcohol .

Incluso pequeñas cantidades se asocian con un mayor riesgo de cáncer, cirrosis, enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones.


7. El alcohol y el riesgo de cáncer

Pocas personas lo saben, pero el alcohol es uno de los principales factores de riesgo prevenibles del cáncer. La OMS lo considera responsable de aproximadamente el 5 % de todos los casos de cáncer a nivel mundial .

Los principales tipos de cáncer asociados al alcohol son:

  • Hígado

  • Boca

  • Faringe

  • Laringe

  • Esófago

  • Mama

  • Intestino

Y el riesgo aumenta incluso con dosis moderadas , especialmente en el caso del cáncer de mama en mujeres. [Hoja informativa de la OMS sobre alcohol y cáncer, 2022]


8. ¿Existe una dosis segura?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existe un nivel de consumo completamente seguro para prevenir los efectos del alcohol en la salud.

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo de EE. UU. (NIAAA) define los siguientes parámetros para "bajo riesgo":

  • Hombres: hasta 2 dosis estándar al día

  • Mujeres: hasta 1 dosis al día

Pero incluso este "bajo riesgo" no equivale a un riesgo cero. En las poblaciones asiáticas, por ejemplo, existe una deficiencia genética de la enzima ALDH2, que aumenta la toxicidad del acetaldehído y el riesgo de daño hepático y cáncer. [Chen et al., Human Genomics , 2009]


9. ¿Qué dice la Sociedad Japonesa del Hígado?

La guía日本肝臓学会 (Sociedad Japonesa de Hepatología) recomienda:

  • Para hombres: menos de 20 g de alcohol puro al día.

  • Para mujeres: menos de 10 g al día

  • Lo ideal es intercalar días sin alcohol a lo largo de la semana.

Y refuerza la importancia de:

  • Pruebas periódicas de enzimas hepáticas (GOT, GPT, GGT)

  • Ecografía abdominal

  • Preste atención a síntomas como fatiga, ojos amarillos y pérdida de apetito.


10. Escucha a tu cuerpo (y sus límites)

Si hay algo que he aprendido, como consumidor y como productor, es que el alcohol se manifiesta de forma diferente en cada persona.

Algunas señales de advertencia:

  • Sentirse cansado al día siguiente incluso bebiendo poco.

  • Hinchazón en el abdomen o las piernas

  • Pérdida de apetito

  • Náuseas recurrentes

  • Cambios de humor o insomnio después de beber

Esto no siempre es normal. Suele ser señal de que el cuerpo está sobrecargado .


11. ¿Es posible el consumo consciente?

Sí. El objetivo aquí no es demonizar el alcohol , sino reconocer que no es inofensivo y que merece respeto.

Algunas prácticas que sigo y recomiendo:

  • Evite beber todos los días

  • Priorizar bebidas con ingredientes naturales y menos aditivos

  • Beber agua entre tragos

  • Comer antes o durante el consumo

  • No mezclar con medicamentos (especialmente paracetamol).

  • Respeta tu ritmo (el famoso “ritmo alcohólico”)

  • No te sientas obligado a beber para complacer a los demás.


12. Conclusión: más conciencia, menos resaca (sanitaria)

Cuando vi el video del médico japonés, confieso que no esperaba que tuviera tanto impacto. Pero fue entonces cuando me di cuenta de cuánto normalizamos ciertos hábitos sin comprender las razones subyacentes.

El hígado es un héroe silencioso. Trabaja incansablemente para procesar lo que comemos, bebemos y respiramos. Y casi nunca se queja. Pero cuando habla, suele ser demasiado tarde.

Por eso decidí abordar este tema. Porque cuanto más entendemos, más libertad tenemos para tomar decisiones informadas.


13. Fuentes consultadas

  • Noukatsu Shimbun. “アルコールは肝臓にとって安全な量は存在しない”. 2023. https://noukatsu-shimbun.jp/2023/10/13/14068/

  • Sociedad Japonesa de Hepatología. Guía 2020.

  • Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoja informativa sobre el alcohol. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/alcohol

  • The Lancet. Colaboradores del programa GBD 2016 sobre alcohol. 2018.

  • Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Monografías sobre la evaluación de riesgos carcinogénicos en humanos. 2010.

  • Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA). Definición de los niveles de consumo de alcohol. https://www.niaaa.nih.gov

  • Chen CH et al., Human Genomics , 2009. “Deficiencia de ALDH2 y riesgo de enfermedad relacionada con el alcohol en asiáticos”.

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